(CNN)– Mientras una serie de cañonazos de bienvenida resonaban desde una fuerza colonial cercana, Perekop, un buque escuela del ejército ruso, zarpaba hacia La Habana este mes.
Durante su visita de cuatro días a Cuba, los marineros de Perekop “realizarán una amplia gama de actividades”, según el servicio noticioso estatal cubano Prensa Latina, y miembros del público cubano tendrán la oportunidad de regresar a la embarcación.
Esta es la primera visita oficial de un buque de guerra ruso a Cuba en años, y otra señal de relaciones renovadas entre los dos aliados de la era de la Guerra Fría después de que el colapso de la Unión Soviética (URSS) causara estragos en la economía cubana.
Aunque la invasión rusa de Ucrania ha llevado a su ostracismo generalizado, el gobierno cubano ha defendido cada vez más a Moscú.
“Estamos condenando, estamos rechazando la expansión de la OTAN a las fronteras de Rusia”, dijo el presidente cubano Miguel Díaz-Canel a la cadena RT controlada por Rusia en una rara entrevista en mayo.
También criticó las sanciones económicas de Estados Unidos a Rusia, al tiempo que anunció que se están desarrollando en Cuba “proyectos de cooperación y colaboración” rusos.
Los dos países también anunciaron una serie de acuerdos e intercambiaron delegaciones de alto nivel. Los acuerdos incluyen permitir que Rusia llegue a Cuba hasta por 30 años, desarrollar instalaciones turísticas en la playa cerca de La Habana, abrir un supermercado con productos para el hogar y abastecer a la isla con el combustible que tanto necesita.
Según Jorge R. Piñon, investigador principal de la Universidad de Texas en Austin Energy Institute, desde el comienzo de la guerra en Ucrania, Rusia ha enviado más petróleo a Cuba que en cualquier otro momento desde la caída de la URSS. A partir de 2023, estima Piñón, Rusia entregará petróleo por un valor aproximado de US$ 167 millones.
El petróleo ha sido un salvavidas crucial para Cuba, que ha tenido problemas de liquidez este año, ya que la escasez ha provocado días de espera para llenar los automóviles en toda la isla.
Reavivan lazos entre Cuba y Rusia
Durante gran parte de la Guerra Fría, Cuba y la antigua Unión Soviética cultivaron lazos profundos.
La URSS colocó en la isla a miles de diplomáticos, espías y asesores militares y construyó una imponente embajada en La Habana que simbolizaba una cimitarra en el corazón del imperialismo estadounidense.
Una generación de cubanos desafió un clima frío desconocido para estudiar en países soviéticos. Un popular programa de televisión llamado “9550”, por la distancia de kilómetros que separa a Cuba de Rusia, interrogó a los cubanos sobre la vida soviética con el gran premio de un viaje pagado a la URSS.
Pero tras el colapso de la Unión Soviética, Cuba perdió a su principal socio comercial y cayó en una profunda depresión económica. Desde entonces, los cubanos miran su antigua cercanía con los rusos con profunda nostalgia o con el desdén de un matrimonio fracasado.
Ahora, la relación reavivada tiene a algunos observadores cubanos lamentando una oportunidad perdida para Estados Unidos.
Mientras que el expresidente estadounidense Barack Obama restauró las relaciones diplomáticas con Cuba y alivió las sanciones económicas, su sucesor, el presidente Donald Trump, revirtió gran parte de esa apertura. El actual presidente Joe Biden ha mantenido algunas de las sanciones de la era Trump a su alcalde al tiempo que exige que Cuba libere a los presos políticos encarcelados por participar en protestas generalizadas hace dos años.
“Parece que Trump ha bajado y se ha ido por Biden, Estados Unidos ha cedido en el campo”, dijo Ric Herrero, director ejecutivo del Cuba Study Group, que ha promovido un mayor compromiso entre Estados Unidos y Cuba.
“Ha habido un alivio muy modesto de las sanciones, principalmente citando preocupaciones humanitarias, y abriendo viajes, remesas y renovando el personal de la embajada y el consulado, pero hemos visto una Casa Blanca que, por lo demás, no se ha preocupado. sobre Cuba”, dice Herrero.
Pero el principal diplomático estadounidense en La Habana dijo que hablar de un alcalde ruso en Cuba hasta ahora parece ser una palabrería.
“Hay una gran expresión en español que dice ‘entre dicho y hecho hay un gran tramo’”, dijo a CNN Benjamin Ziff, encargado de Negocios de la Embajada de Estados Unidos en La Habana. “No hemos visto, hablando con nuestros contactos aquí, ninguna evidencia de un aumento de nada ruso y, francamente, creo que el gobierno cubano estaría cometiendo un gran error si buscara seguir este modelo y no el modelo de 90 millones de distancia. que tiene 300 años. De historia”.
Los rusos no son los únicos que ejercen el poder militar en Cuba. Este mes, el gobierno cubano criticó a Estados Unidos por la visita de tres días de su submarino nuclear a la base naval estadounidense en la Bahía de Guantánamo, calificándola de “una escalada apremiante”.
Más de 60 años después de los EE.UU. y la URSS se enfrenta a los misiles secretos soviéticos ubicados en Cuba, Oriente y Occidente parecen hoy ponerse de acuerdo sobre quién ejercerá la mayor influencia en la isla.
A pesar del alto costo de la guerra en Ucrania y las sanciones económicas, los funcionarios rusos dicen que están comprometidos con Cuba.
“Cuba ha sido y sigue siendo el aliado más importante de Rusia en la región”, dijo el ministro de Defensa ruso, Sergey Shoigu, cuando se reunió con su homólogo cubano, Álvaro López Miera, en Moscú en junio.
“Estamos listos para ayudar a la isla de la libertad y brindar un hombro a nuestros amigos cubanos”, dijo Shoigu.