El fundador y antiguo consejero delegado de Pioneer, Scott Sheffield, no podrá incorporarse al consejo de Exxon ni ejercer funciones consultivas una vez que el gigante petrolero consume la compra de la firma que dirigía. La Comisión Federal de Comercio (FTC) le acusa de intentar coordinarse, a través de declaraciones públicas y comunicaciones privadas, con los representantes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y de la organización ampliada OPEP+, para reducir la producción de petróleo y gas. Eso habría supuesto que “los estadounidenses pagaran precios más altos en el surtidor, para inflar los beneficios de su empresa”, según el regulador. Pioneer rechaza las acusaciones, pero no bloqueará la fusión por el veto a su fundador.
Exxon acordó comprar Pioneer en octubre del año pasado por unos 60.000 millones de dólares y la operación estaba sujeta a la autorización de las autoridades regulatorias. El veto a Sheffield es una de las condiciones que ha puesto le FTC para cerrarla. Su decisión pretende impedir que dicho directivo participe en actividades colusorias que podrían elevar los precios del crudo, lo que llevaría a los consumidores y las empresas estadounidenses a pagar precios más altos por la gasolina, el gasóleo, el combustible para calefacción y el combustible para aviones.
En su pliego de cargos, la FTC le acusa de violar las leyes de defensa de la competencia. “El señor Sheffield no se ha limitado a hacer señales públicas a sus homólogos estadounidenses. También ha mantenido repetidas conversaciones privadas con altos representantes de la OPEP asegurándoles que Pioneer y sus rivales de la cuenca del Pérmico estaban trabajando duro para mantener la producción de petróleo artificialmente baja”, indica, aunque parte del contenido, como los mensajes concretos intercambiados, están tachados en la resolución.
A través de declaraciones públicas, mensajes de texto, reuniones en persona, conversaciones de WhatsApp y otras comunicaciones mientras estaba en Pioneer, Sheffield trató de alinear la producción de petróleo en toda la cuenca del Pérmico en el oeste de Texas y Nuevo México con la OPEP+. Su conducta, según el regulador, formaba parte de una estrategia sostenida y prolongada para coordinar las reducciones de la producción.
Sheffield, por ejemplo, intercambió cientos de mensajes de texto con representantes y funcionarios de la OPEP sobre la dinámica del mercado del crudo, los precios y la producción. Al hablar de sus esfuerzos por coordinarse con los productores de Texas en el marco de un recorte de la producción ordenado por la Comisión de Ferrocarriles de Texas, Sheffield afirmó: “Si Texas marca el camino, quizá consigamos que la OPEP recorte la producción. Quizá le sigan Arabia Saudí y Rusia. Ese era nuestro plan”. “Estaba utilizando las tácticas de la OPEP+ para conseguir una OPEP+ más grande”, añadió.
“La conducta del Sr. Sheffield en el pasado deja muy claro que no debería estar ni cerca de la sala de juntas de Exxon. Los consumidores estadounidenses no deberían pagar precios injustos en los surtidores simplemente para llenar el bolsillo de un ejecutivo”, ha dicho Kyle Mach, director adjunto de la Oficina de Competencia de la FTC. “La FTC permanecerá vigilante en sus esfuerzos de aplicación para proteger la competencia en estos mercados vitales”, ha añadido.
El nombramiento del Sheffield como consejero de Exxon tras la fusión, según la FTC, “le daría una plataforma más amplia desde la que abogar por una mayor coordinación en todo el sector, así como una mayor influencia en la toma de decisiones no solo del mayor productor de la cuenca del Pérmico, sino también de la mayor multinacional petrolera”, sostiene el escrito.
La FTC señala, además, que Sheffield ya es consejero de The Williams Companies, que explota una serie de gasoductos de gas natural; activos de recogida, procesamiento y tratamiento de gas natural; y otros negocios que se solapan directamente con las operaciones de Exxon, por lo que su entrada en Exxon también sería anticompetitiva.
La resolución de la FTC impide a Exxon, durante un periodo de cinco años, nombrar consejero de la compañía a ningún empleado o consejero de Pioneer, salvo algunas excepciones.
La operación sigue adelante
Pioneer ha contestado en un comunicado a las acusaciones: “No estamos de acuerdo y nos sorprende que la denuncia de la FTC diga que el historial y las declaraciones del señor Sheffield sobre asuntos de interés público deberían descalificarlo para formar parte del Consejo de Administración de ExxonMobil. A pesar de ello, Pioneer y el señor Sheffield no tomarán ninguna medida para impedir el cierre de la fusión”, indica. “Como ha hecho durante toda su carrera, el señor Sheffield ha optado por anteponer los intereses de los inversores, los empleados y la salud competitiva de la industria energética estadounidense a los suyos propios”.
La compañía considera que las acusaciones de la FTC reflejan un mal entendimiento de los mercados petroleros estadounidense y mundial y que malinterpreta la naturaleza y la intención de las acciones de su fundador. Explica que el colapso de la demanda de petróleo durante la pandemia, que llevó al crudo a cotizar con precios negativos en 2020, supuso una amenaza para la estabilidad y competitividad de la industria energética estadounidense. “Dada la importancia y las circunstancias inusuales, el señor Sheffield, como autoridad líder e internacionalmente respetada en el sector, expresó sus preocupaciones con el fin de concienciar sobre el problema y animar a los gobiernos estatales, federales e internacionales a actuar, incluso fomentando acciones legalmente autorizadas por parte de la Comisión de Ferrocarriles de Texas cuando la pandemia mundial y el mercado del petróleo se encontraban en su peor momento”, explica. La compañía asegura que sus declaraciones estaban protegidas por la libertad de expresión.
Pioneer fue fundada en 1997 por Sheffield, que ha estado el frente de la misma durante más de 20 años y está cerca de jubilarse. Ha sido protagonista del auge del petróleo de esquisto en Estados Unidos y la compañía se ha convertido en el mayor productor de petróleo de Texas. El propio auge de la fracturación hidráulica para la extracción de petróleo ha permitido a Estados Unidos convertirse en el mayor productor de crudo del mundo. Pioneer aprovechó su fortaleza relativa en la pandemia para comprar otras dos empresas, Parsley Energy y DoublePoint Energy, por un total de 11.000 millones de dólares.
A diferencia del crudo convencional, el petróleo y el gas de esquisto se encuentran normalmente en bolsas más pequeñas y con frecuencia es necesaria una fracturación hidráulica (fracking) para liberar los hidrocarburos atrapados en las rocas, lo que convierte la técnica en algo controvertida. El proceso de extracción es más caro, pero con precios de petróleo altos permite rentabilizar reservas que antes se daban por inviables.
La operación une a dos de los mayores propietarios de superficie en la Cuenca Pérmica de Texas y Nuevo México, lo que convertiría a Exxon en el mayor productor de petróleo de la cuenca, con una producción de 1,2 millones de barriles diarios, más que muchos países de la OPEP, según Bloomberg. También ampliaría por décadas la disponibilidad de ubicaciones de perforación de primer nivel de Exxon en la cuenca, proporcionando crudo de bajo coste y bajo riesgo mucho más allá de 2050 para alimentar su gigantesca red de refinerías en la costa del Golfo.
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