Euroliga jornada 20
Al Barcelona se le atragantó el último cuarto del partido contra el Olympiacos, se le hizo bola, y tuvo que remar en los 90 segundos finales para no derribar lo que había construido en los primeros treinta minutos (86-78). Fue una desconexión total, aunque la luz volvió a tiempo al Palau Blaugrana. Después de un tercer cuarto en el que anotó 31 puntos y consiguió una ventaja máxima de 15, el equipo griego se esmeró en defensa y consiguió que las distancias se acortaran hasta tres puntos, y limitaron la capacidad azulgrana de mirar a canasta, hasta el punto de que, a minuto y medio para el final, solo había conseguido anotar dos tiros de campo.
Además, Vesely cometió una falta y su protesta desembocó en una técnica, que era la quinta personal y además concedía un tiro a su rival. El marcador se puso 79-76. Quedaban tres minutos y tuvo que aparecer entonces la defensa ordenada por Grimau para neutralizar también el ataque de los griegos. Hasta cuatro veces pudo el Olympiakos empatar el partido o acercarse a solo un punto, pero las cuatro veces erraron, claro que tampoco el Barcelona andaba fino cuando le tocaba resolver. Así se llegó al desenlace final. A 1,20, ganaba el Barça 81-78 después de una canasta de Canaan. Replicó el Barcelona con un tiro de Kalinic, justo cuando Hernangómez recibía una falta de Canaan (83-78). Quedaban 32 segundos, sacó el Barcelona de fondo y anotó Satoransky el triple definitivo para ganar el partido y deshacerse del Olympiacos.
El equipo griego, bien trabajado por Bartzokas, fue un rival pegajoso, que no se dejó intimidar, que jugó a su ritmo sin mirar el marcador, y por eso, el desenlace de la primera parte fue más tortuoso para el Barcelona de lo que se podía esperar en un principio, cuando la ventaja local se fue a los once puntos (21-10), tras una secuencia de cinco triples anotados tras ocho intentos. Pero no era coser y cantar, porque a zarpazos, el Olympiakos siempre conseguía acercarse. La mano de Alec Peters les daba vida a los griegos. Anotó 22 puntos que mantuvieron siempre en la pelea a su equipo. Mientras, el Barça sostenía su ritmo con un buen porcentaje de tiros de tres. Satoranski y Parker disparaban en condiciones favorables durante la primera parte, y también encontraron facilidades durante los diez primeros minutos de la segunda, pero cuando los griegos alcanzaron la intensidad defensiva que les demandaban desde el banquillo, los porcentajes bajaron. Pese a todo, el 44% de efectividad en el tiro de tres fue una de las bazas del Barça para ganar el partido.
En el Olympiakos, Williamms-Goss irrumpió con fuerza durante algunos minutos para mantener a su equipo en la pelea, que se prolongó hasta los instantes finales del partido. Pero los hombres de Grimau mantuvieron la serenidad y se llevaron la victoria.
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